Cómo sacar provecho al marketing de afiliación y evitar los típicos errores

El marketing de afiliación es una técnica que está cobrando cada vez más adeptos por su potencial y sus ventajas con respecto a otras fórmulas para generar ingresos online. Ahora bien, es necesario dedicarle tiempo si de verdad lo que se pretende es obtener una rentabilidad interesante y, aún mejor, de tipo recurrente. ¿Se puede llegar a vivir del marketing de afiliación? Sí. ¿Es tan fácil como algunos dicen y casi no hay que hacer nada? No.

Sí, el marketing de afiliación es una vía muy interesante de ingresos pasivos, pero para obtener resultados habrá que trabajar con una estrategia y unos objetivos muy determinados. De otro modo aparecerá en escena la frustración bajo la falsa leyenda de que puede ser tan sencillo como crear una web y esperar sentado a que las ventas y las comisiones empiecen a llegar solas. El clásico mito que rodea a Internet y que hay que erradicar de una vez por todas.

El marketing de afiliación consiste en la recomendación (y venta) de productos de terceros a cambio de una comisión. Sin duda, su gran ventaja es que es una fórmula que no requiere de grandes costes económicos y que permite desentenderse de todo lo que implica vender un producto propio a nivel logístico, atención al consumidor, entrega al cliente final etc.

A simple vista, parece sencillo ¿no? Sobre todo en el caso de productos de alta demanda y que se venden prácticamente solos. Pero no, no es tan sencillo y conviene tenerlo en cuenta desde el principio de cara a evitar los típicos errores cuando se empieza.

Los 10 errores más frecuentes al empezar con el marketing de afiliación

2) No atraer tráfico cualificado: obviamente a mayor volumen de tráfico, mayores posibilidades de venta. Pero no se trata tanto del volumen como de la calidad. En este caso, las visitas no generan ingresos, los generan las ventas. Y para vender tendrás que atraer tráfico cualificado y afín a los productos que vendas.

3) Descuidar la conversión de la página: has hecho grandes esfuerzos para conseguir atraer tráfico a tu web, pero la página es un caos y no responde a tus objetivos ni a las expectativas de tus usuarios. ¿De qué te han servido entonces todos los esfuerzos para conseguir visitas?

4) No dar la importancia que se merece al contenido: además de ayudarte a posicionar tu web para conseguir más tráfico, el contenido será tu gran aliado a la hora de aportar valor a las personas que puedan estar interesadas en lo que vendes y que te pueden comprar. Aporta la máxima información de utilidad relacionada con dicho producto desde el punto de vista del beneficio para los usuarios y responde a las dudas que a cualquiera le puedan surgir.

5) Apostar por productos de comisiones muy altas como único criterio de elección: que el porcentaje de la comisión no te nuble; es mucho mejor empezar a paso lento pero seguro y apostar por productos que aunque no tengan una comisión tan alta como otros puedan encajar más contigo y con tu audiencia y que tengan menos competencia.

6) Vender productos de calidad dudosa, que no conoces o que tú mismo nunca comprarías: no está de más que te hagas la siguiente pregunta ¿Recomendarías ese producto si no hubiera una comisión por medio? Vender productos de calidad dudosa se puede volver en tu contra.

7) Presionar para conseguir la venta: el marketing de afiliación no es una estrategia publicitaria 100%. Se basa sobre todo en recomendar, no en presionar para conseguir la venta. Informa, aporta valor, persuade sin ser invasivo y recomienda.

8) Apostar exclusivamente por banners: a la hora de promocionar un producto de afiliados, el banner es una forma como otra cualquiera, pero conviene utilizarla más como apoyo que como vía exclusiva de promoción, ya que es un formato demasiado evidente y publicitario y no tiene tanta aceptación.

9) No trabajar la credibilidad y la confianza: para vender necesitas haberte ganado antes una cierta confianza y credibilidad. Eso se consigue aportando valor y siendo honesto. A la hora de recomendar un producto de afiliación por supuesto debes hablar de sus ventajas y beneficios, pero no dudes tampoco en hablar de posibles desventajas o inconvenientes.

10) ¿Aviso o no aviso de que estoy vendiendo por afiliación? No es un error como tal, pero puede ser un dilema y en algunos casos puede ser un factor determinante a la hora de trabajar la confianza y la credibilidad.

No siempre hay que avisar, dependerá del tipo de web, pero si deberías considerarlo muy seriamente en el caso de que vendas productos de afiliación desde tu propio blog personal relacionados con tu actividad profesional. En este caso, tu credibilidad es tu mayor activo a la hora de conseguir una venta y si no avisas puedes correr el riesgo de que lectores empiecen a cuestionar si lo que recomiendas es realmente bueno o si solo buscas una comisión.